Con las alas del alma desplegadas al viento,
Desentraño la esencia de mi propia existencia.
Sin desfallecimiento,
Me digo ¡¡¡yo puedo!!! Como en una constante.
Y me muero de miedo, pero sigo adelante,
porque aprecio la vida, en su justa medida.
Al amor lo reinvento,
y al vivir cada instante, y al gozar cada intento,
sé que abrazo lo grande,
Atesoro lo humano cuando tiendo la mano,
en favor del reencuentro, por la cosa más pura,
con la cual me alimento, con mi pan de ternura.
Ante cada noticia, de estupor, de injusticia
me desangro por dentro, y me duele la gente,
su dolor, sus heridas, su miseria,
también su egoísmo, su hipocresía,
su traición, porque así solamente, interpreto la vida.
Mas allá de la historia, de la vida sin gloria,
sin honor, ni sustento, guardaré del que
escribe su mejor pensamiento.
¡Quiero amar a quien vive!
Quiero amar a quien me da su confianza,
su nobleza, su franqueza, su realidad,
quiero vivir la vida con dignidad e integridad,
quiero vivir y amar,
con las alas del alma desplegadas al viento. |